Cristo Rey, una escuela de fútbol en el Distrito Central de Paraguay, está educando a atletas de una manera holística. Recientemente, la escuela produjo su primer jugador profesional.
La escuela fue fundada por Barry Carney cuando estaba sirviendo como misionero en Paraguay. Fue liderado durante un tiempo por Pastor Marcos Muñoz y Pablo Tello, que invirtió tiempo y recursos durante los años formativos de la escuela.
En 2019, la misionera Astrid May tatook como directora y movió el programa en una nueva dirección. Se convirtió en un centro de desarrollo infantil y adoptó el lema «capacitar a jugadores de fútbol holísticos». Astrid y su esposo, Yoan Camacaro, enfocaron su trabajo en cinco áreas: espiritual, académica, psicológica, física y social. Además de la capacitación de fútbol, dan lecciones de inglés, tienen estudios bíblicos y enseñan a los estudiantes sobre nutrición. Este entrenamiento contrib uye al desarrollo completo de un atleta.
Durante los últimos dos años y medio, a pesar de los desafíos económicos significativos y la pandemia, el trabajo ha continuado. Al final de julio, Cristo Rey alcanzó un gran hito: uno de sus estudiantes, una niña de 14 años llamada Naara, firmó un contrato con un equipo en la principal liga profesional de Paraguay. Actualmente está participando en la capacitación de pretemporada del equipo.
El proyecto está trabajando, dijo Yoan. Hay un equipo maravilloso de entrenadores y maestros que apoyan y agregan a este proyecto intencional: Victor Daniel Ortiz Arguello, Brenda Fitzsimmons, Cami Castillo y Enrique Bogado. Ore por todo esto y por los próximos atletas bien redondeados que se levantarán con este proyecto.
