Ericka Violeta Esteban, una mujer joven en el Programa de Huérfanos de Ministerios Nazarenos Compasivos, representará a Guatemala en los Juegos Paralímpicos de 2021 este agosto en Tokio, Japón.
Cuando Esteban tenía 6 meses, cayó de la cuna y estaba en un coma durante un mes. Sufrió de un trastorno de parálisis cerebral llamado monoplegia en su lado izquierdo, que ha hecho difícil su movilidad. Durante varios años, Esteban estaba inscrita en escuelas regulares pero a menudo tuvo que retirarse después de unos meses debido a las convulsiones que sufrió. Sin embargo, en 2007, las cosas cambiaron para ella cuando fue admitida en el Programa de Huérfanos de Ministerios Nazarenos Compasivos.
El programa me ha ayudado con la comida, la medicina y el efectivo que he usado para pagar mi tarifa de autobús para ir a la capacitación, dijo Esteban.
A partir de agosto de 2010, se le proporcionó apoyo para chequeos y medicamentos gracias al programa Niños con Diferentes Abilidades. En 2011, Esteban comenzó a asistir a terapia en el Hospital Regional de Occidente, donde comenzó a ver el progreso manifestarse en su amor por el dibujo.
En 2016, se inscribió en la Escuela Xelajú, una institución para niños con necesidades educativas especiales, donde el aprendizaje se proporciona adaptaciones curriculares para que personas como Esteban puedan sobresalir. Gracias a esta escuela, descubrió que era muy buena corriendo.
El año siguiente, Esteban participó en varias competiciones atléticas dentro del país. Logró colocar entre los tres principales, ganándole una oportunidad de representar a Guatemala en el país vecino de El Salvador, donde ganó dos medallas. Al final de 2018, Esteban viajó a Nicaragua, y en 2019 representó a Guatemala en Lima, Perú.
Esteban recibió a Jesús y ha participado activamente en las actividades de la iglesia. Fue bautizada el 20 de mayo de 2018 y se ha ofrecido como voluntaria como guía para el grupo de niños en VBS.
El 21 de mayo de 2021, Esteban viajó a los Estados Unidos para una competencia, y en agosto representará a Guatemala en los Juegos Paralímpicos en Tokio.
Nunca imaginé ir a todos esos lugares, dijo. Estoy muy feliz de representar a Guatemala, y tengo a Jesús en mi corazón. Va conmigo a todas partes a donde voy. Me ha dado fe y la esperanza de continuar confiando en Él.
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