Durante una noche de la Película JESÚS en Liberia, un joven llamado Francis Dukuly se apresuró hacia adelante, llorando y rogando a Dios por perdón. El siguiente es el testimonio de Dukuly:

«Mi nombre es Francis Dukuly. Tenía sólo 13 años cuando perdí a mis padres durante la guerra civil en Liberia, en 1990. Vi con horror cómo mis padres morían ante mis ojos a manos de una multitud. En ese momento, sentí un impulso desesperado de contraatacar; pero no pude. Eventualmente, hui de mi aldea, Zeakin; y terminé uniéndome a un grupo que me llevó por un oscuro camino de maldad.

Pensé que abrazar ese estilo de vida maligno me traería paz. Me involucré en todo tipo de malos actos; y he continuado viviendo de esta manera desde entonces. A menudo, me escondo en los arbustos, evitando las ciudades. Trabajo para las personas, especialmente para los políticos. No me he instalado en un solo lugar; he estado aquí durante más de un mes.

Apenas puedo creer lo que me está sucediendo esta noche. Lo que recuerdo de ver la Película JESÚS es un incidente donde uno de los discípulos de Jesús cortó la oreja de un soldado mientras arrestaban a Jesús. Para mi asombro, Jesús sanó al soldado poniendo su oreja de nuevo en su lugar. Yo no podía comprender cómo Él podía mostrar tanta misericordia a aquellos que querían matarlo.

Sus palabras resonaron en mí, especialmente cuando dijo: »El que lucha con espada a espada morirá’.

En ese momento, me di cuenta de que había estado equivocado al cometer todos esos actos malignos en respuesta a la muerte de mis padres. No debería haber buscado la venganza contra personas inocentes; y soy culpable de mis pecados.

Por favor, oren por mí. Prometo cambiar mi comportamiento de este día en adelante. Podría haber perdido mi vida en este proceso; pero creo que Dios quiere que lo sirva. He tomado la decisión de trabajar para Dios hasta mi muerte; y creo que no es coincidencia que Dios haya traído la Película JESÚS a mi ciudad. Que Dios los bendiga a todos ustedes.

Estoy genuinamente feliz de convertirme en una nueva persona. Estaba perdido; pero ahora Dios me ha encontrado. Por favor, oren por mí; y que la misericordia y la protección de Dios estén conmigo mientras me embarco en esta nueva vida con Cristo».

Iglesia del Nazareno Región África.