
Mientras los nazarenos se reunieron para los servicios de adoración del domingo por la mañana, los asistentes de todo el mundo compartieron lo que el tema de la mañana, «Un Señor», significó para ellos a través de un video.
Después de la alabanza congregacional liderada por coros combinados y la orquesta, el Superintendente General David W. Graves abrió en la oración y Eugénio R. Duarte leyó el verso temático para la Asamblea General, Efesios 4:1-6. Gustavo A. Crocker enfatizó las oportunidades de oración y recibió la ofrenda.
El coro cantó una hermosa interpretación de «Señor, eres santo» antes de que J. K. Warrick compartiera el mensaje de la mañana.
El mensaje de Warrick comenzó con un enfoque en la persona y el trabajo de Jesucristo, enfatizando particularmente a Jesús como el «rostro humano del Dios vivo», citando a N. T. Wright. Citando a Eugene Peterson, Warrick notó que Jesús es una «expresión de Dios única de un tipo». Dos de las palabras que definen a Jesús en Juan 1, dijo Warrick, son «gracia y la verdad».
No deberíamos tener miedo de hablar una palabra de la verdad, recordó Warrick.
Somos personas de amor y la verdad; sin embargo, no de una manera que separa a los dos.
Jesucristo es el Señor en y de la verdad, dijo Warrick.
Por lo tanto, la verdad centrada en Cristo será amar, y el amor centrado en Cristo estará fundamentado en la verdad de Dios.
Grace nos recuerda que la «puerta siempre está abierta», continuó el sermón.
Estamos invitados a una nueva historia con un mejor final, dijo Warrick. Nadie en el rostro de esta tierra está más allá del alcance de la gracia de Dios.
Un fuerte consuelo para nosotros, dijo Warrick, es que «Jesús es el Señor en y de Su Iglesia». Jesús diría que «Ahora eres la luz del mundo», a Sus discípulos. Por lo tanto, la Iglesia existe no solo para nosotros, sino para aquellos que están anhelando algo mejor.
Cuando seguimos a Jesús, estamos llamados y obligados a llegar y construir puentes, proclamó Warrick, porque eso es quién es Jesús para nosotros y para nosotros.
Warrick concluyó llamando a la asamblea a la mesa de la Comunión, invitando a la congregación a venir a Jesús como salvador y a entregarse completamente al Señorío de Cristo, que comisiona a Su Iglesia a ir en la gracia y la verdad.
Cortesía de Santidad Hoy