
Las personas de todo el mundo celebran la Navidad con reuniones sociales y familiares, decoraciones festivas y regalos. Sin embargo, muchos no conocen el significado cristiano de la celebración. Tenemos una oportunidad sagrada como creyentes en Jesucristo de compartir el verdadero significado de la temporada. Nuestro Padre celestial nos dio el mayor regalo jamás dado: Su Hijo. Como Juan 1:14 nos recuerda, «La Palabra se convirtió en carne e hizo su morada entre nosotros. Hemos visto su gloria, la gloria del Uno y Solo, que vino del Padre, lleno de gracia y la verdad».
Jesús trajo la esperanza de la transformación y Su mensaje de amor, la gracia y el perdón. Lo mejor de todo, nos dio una relación con nuestro Padre celestial y la vida eterna. La Escritura proclama en Juan 17:3, «Ahora esta es la vida eterna: que puedan conocerlo a usted, el único Dios verdadero, y Jesucristo, a quien ha enviado».
En un mundo lleno de sufrimiento y conflicto, Jesús vino a ofrecer paz, esperanza y nuevos comienzos. Oramos para que cada nazareno experimente y proclame el verdadero significado de esta temporada de Navidad. O ven, dejemos que lo adoremos: Cristo el Señor.
Junta de Superintendentes Generales
Eugénio R. Duarte
David W. Graves
David A. Busic
Gustavo A. Crocker
Filimão M. Chambo
Carla D. Sunberg
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