Queridos hermanos y hermanas en Cristo:
A medida que llegamos al final del año fiscal 2025, damos gracias a Dios por su fiel amor. Estamos profundamente alentados por la generosidad de las personas y congregaciones como la suya, que se asocian con la Iglesia del Nazareno en la misión.
Su ofrenda al Fondo para la Evangelización Mundial (FEM) no es sólo el apoyo financiero. Es un acto de adoración. Es una respuesta a la gracia de Dios. Y es una inversión eterna en la transformación de las vidas en todo el mundo.
En 2025, ustedes donaron $38.4 millones al evangelismo mundial. Esto es consistente con la ofrenda del año anterior; y estamos realmente agradecidos. Debido a su fidelidad, los hombres, mujeres y niños están experimentando el amor salvador y santificador de Jesucristo.
La gracia de Dios no es sólo para el perdón; sino para la nueva vida y una vida santa. A través de su ofrenda, esta gracia transformadora está llegando a muchos lugares:
- En África, la iglesia continúa fuerte frente a la persecución y el conflicto. Las congregaciones han reconstruido santuarios más grandes; y los nuevos creyentes están siendo bautizados en los ríos y campos de refugiados.
- En América del Sur, los jóvenes están creciendo audaces en su fe, compartiendo a Cristo en sus vecindarios y respondiendo al llamado de Dios para convertirse en misioneros.
- En Mesoamérica, más de 3,100 estudiantes en ocho instituciones teológicas están siendo equipados para fortalecer a las iglesias locales a través de su servicio y la proclamación de la Palabra de Dios.
- En Asia-Pacífico, los trabajadores están sirviendo en lugares estratégicos y desafiantes, alimentando la plantación de iglesias en los distritos emergentes, y proporcionando apoyo esencial para los pastores, líderes y nuevas congregaciones.
- En Eurasia, los nazarenos migrantes están plantando y fortaleciendo a las iglesias, trayendo nueva vida y energía a la obra de Dios en muchas ciudades.
- En EUA/Canadá, las iglesias locales están transformando a las comunidades a través de los actos de amor, proporcionando comida y otros servicios comunitarios para ayudar a aliviar la pobreza y proporcionar cuidado espiritual.
Estos no son sólo programas. Son historias de la gracia de Dios que cambia vidas, formando discípulos semejantes a Cristo y construyendo comunidades de amor santo.
Incluso, mientras celebramos esta generosidad, la necesidad continúa creciendo. El llamado de Dios de hacer discípulos en todas las naciones permanece urgente. El Fondo para la Evangelización Mundial es todavía el salvavidas que sostiene a nuestra misión global. En este momento, la ofrenda para el evangelismo mundial cubre sólo parte de nuestras necesidades totales del ministerio. Por esta razón, invitamos a cada Iglesia del Nazareno y a cada creyente a participar.
Cada ofrenda cuenta. Ya sea grande o pequeña, cada una ayuda a fortalecer la obra de Dios en todo el mundo. Su ofrenda apoya a los pastores, los misioneros, las escuelas, los ministerios de compasión y los servicios de salud. Pero más importante aún, ayuda a las personas a encontrar a Jesucristo, a aquel que salva, sana y nos hace santos.
Juntos, a través de la gracia de Dios, podemos continuar satisfaciendo las necesidades del mundo y llevando el mensaje de Cristo a aquellos que aún no lo han escuchado.
Le invitamos a ofrar hoy en nazarene.org/wef.
La Junta de Superintendentes Generales le agradece por ser parte de esta familia global. Gracias por su fiel ofrenda, sus oraciones y su amor por la misión de Dios. A través de su asociación, la esperanza, la sanación y la salvación de Cristo están llegando a un mundo necesitado.
Con profunda gratitud en Cristo,
La Junta de Superintendentes Generales
Iglesia del Nazareno
