Después de que una explosión masiva devastara Beirut, Líbano, en agosto, muchos residentes necesitaban apoyo emocional, psicológico y espiritual, además de comida, ropa y refugio. Para atender esas necesidades, la Iglesia del Nazareno de Beirut abrió el Centro Médico y de Consejería Balassan.

Ubicado en un apartamento a cinco minutos de la iglesia, Balassan se financia con subvenciones de donantes de Alemania y Estados Unidos. El centro cobra menos de 1 USD por cliente.

“Los padres venían a nosotros con niños traumatizados, y también muchos adultos están bajo un estrés tremendo y tienen problemas para sobrellevar la catástrofe”, dijo el pastor Andrew Salameh, quien también se desempeña como superintendente de distrito en Líbano.

El personal de Balassan incluye dos misioneros voluntarios, una enfermera y un fisioterapeuta, junto con un personal remunerado que incluye un psiquiatra, un médico general, un logopeda y un profesional capacitado para trabajar con personas que tienen necesidades especiales. Todos tienen licencia para ejercer su profesión en Líbano.

La explosión agravó la crisis económica y política del Líbano, que se ha visto agravada por la pandemia de COVID-19, lo que se suma al desempleo ya generalizado. Como resultado, Salameh dijo que no es asequible ir a un psiquiatra.

“Mucha gente no irá a un psiquiatra, sino que irá a un centro de la iglesia”, continuó.

Annika*, una profesional médica alemana que ahora vive en Beirut, ayudó a la iglesia de Beirut a abrir Balassan.

“La mayoría de nuestros pacientes son pobres y no pueden pagar las necesidades médicas que tienen”, dijo. "Vimos aproximadamente a 300 pacientes en los últimos dos meses, y 3/4 de ellos están traumatizados de primera mano por la explosión".

El asesoramiento y el apoyo a la salud mental son menos comunes en el Líbano y otros países de Oriente Medio que en Occidente. Iglesia del Nazareno puede ser la primera iglesia en el Líbano en ofrecer consejería profesional como ministerio.

Desde su apertura, el centro ha atendido a 292 personas, llegando a 134 de ellas en las últimas tres semanas de noviembre.

“Ofrecemos ayuda médica, exámenes de laboratorio y medicina a través de un médico general dos veces por semana; un psicólogo dos veces por semana y un psiquiatra ocasionalmente; un fisioterapeuta viene dos veces por semana y un logopeda [comenzó] en enero de 2021”, dijo Annika.

Aquellos que reciben asesoramiento generalmente requieren de seis a ocho sesiones, seguidas de sesiones adicionales, según sea necesario, una o dos veces al mes. En el centro se ofrece asesoramiento tanto a individuos como a familias, y en la iglesia se ofrecen sesiones de asesoramiento grupal. Muchos de los que vienen en busca de ayuda no profesan la fe cristiana.

“Esto nos da la oportunidad de compartir el evangelio, relacionarnos con ellos, construir relaciones a través de visitas y ofrecer grupos pequeños para estudios bíblicos y oración”, dijo Annika. “Algunos de ellos vienen a la clínica solo para recibir oración o buscar una persona que los escuche. Cada semana, vemos gente nueva que asiste a nuestros servicios religiosos".

--Iglesia del Nazareno Región Eurasia

*Nombre ficticio, por razones de seguridad.