La aventura de fe de una mujer en Nuevo México transforma a su familia
Brenda Esparza siempre se había considerado cristiana hasta que comenzó a asistir a clases de discipulado en el Mission Training Center en Albuquerque, Nuevo México.
Esparza y su familia se mudaron a la zona en 2013. Poco después de su llegada, Esparza recibió una multa por ir a exceso de velocidad cuando el límite de velocidad de su vecindario disminuyó debido a la feria estatal cercana.
“Estaba muy molesta”, dijo Esparza. “Llamé a mi esposo y le dije 'No voy a pagar esto'”.
En cambio, eligió servir como voluntaria en Grace Thrift, un ministerio de compasión dirigido por Sandia Church of the Nazarene. Una de las primeras personas que conoció fue a la pastora Patti Rivas.
“La primera vez que la conocí, algo hizo clic”, dijo Esparza. “Ella me abrazó sin siquiera conocerme, y yo necesitaba tanto ese abrazo en ese momento. Me abrazó y me dijo lo feliz que estaba de que yo estuviera allí trabajando con ellos, y comenzamos a hablar todos los días".
Un par de meses después, Esparza le contó a Rivas sobre el próximo recital de danza de su hija. Tanto la madre como la hija se sentían mal por la falta de amigos y familiares para ver la actuación, y su hija incluso mencionó que no participaría.
Rivas le ofreció un trato: que ella iría al recital si Esparza asistía al programa de Navidad de la iglesia. Esparza estuvo de acuerdo, por lo que Rivas asistió al recital e incluso se quedó durante la comida para animar a la hija de Esparza después de la actuación.
“No solo se quedó a observarla, sino que le hizo sentir que alguien estaba allí por ella, que tenía a alguien que se preocupaba”, dijo Esparza.
Esparza y su familia cumplieron con su parte del trato. El programa de Navidad se llevó a cabo un sábado por la noche, y al final del programa hubo una invitación para que las personas asistieran al servicio del domingo. Sus hijos estaban emocionados, así que fueron a la iglesia al día siguiente. El pastor de jóvenes se presentó inmediatamente a la familia y se ofreció a recoger a los adolescentes de Esparza para llevarlos al grupo de jóvenes y al estudio bíblico.
“Nunca había encontrado ese tipo de atención en una iglesia”, dijo Esparza. "Pero en ese momento, eso era lo que necesitábamos".
Esparza y su familia se hicieron miembros de la iglesia, y en 2017, cuando Rivas ayudó a abrir el Mision Training Center, invitó a Esparza a que asistiera a clases allí. Mission Training Center ofrece cursos a través del programa de entrenamiento de ministerio laico de la denominación, The Discipleship Place. Aunque al principio se mostró renuente, Esparza decidió inscribirse.
La primera clase que tomó fue "Cómo estudiar la Biblia", que pensó que sería fácil. A medida que avanzaba el curso, Esparza se dio cuenta de cuánto había dado por sentado el contenido de los evangelios.
“Simplemente lo tomamos como cualquier otro libro”, dijo Esparza. “Si no nos abrimos a lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas, lo que Dios nos está diciendo en cada palabra que está en ese libro, nunca encontraremos nuestro verdadero potencial como hijos de Dios".
Esparza continuó tomando clases y comenzó a dirigir el estudio bíblico para jóvenes adultos. Ahora ve cuánto han impactado las clases en su vida y en la vida de su familia.
“Le di mi alma, mi vida a Cristo, y puedo verlo reflejado en el resto de mi familia”, dijo Esparza. “Ahora puedo verlo en mis hijos. Puedo ver cómo ellos ven el cristianismo de manera tan diferente a como yo lo veía cuando tenía la edad de ellos. Es porque he aprendido a verlo de manera diferente y, a través de mí, ellos lo ven de manera diferente".
Los hijos ahora adultos de Esparza están involucrados en el ministerio de adoración en la iglesia y sus padres lideran el ministerio en español en la iglesia Valley Campus. Después de tomar clases en Mission Training Center, se sintieron llamados al ministerio pastoral y pasaron a recibir sus licencias de ministro local. El pastor principal Steve Myers le da crédito a Esparza, quien ayuda a traducir, y a su familia por echar a andar la congregación y los ministerios en español.
Esparza recuerda todo lo que ella y su familia han pasado durante los últimos siete años y ve la mano de Dios en todo. Ella tiene la esperanza que las personas que escuchen su historia aprendan a ceder el control a Dios.
“Dios es asombroso y Dios puede usar a cualquiera”, dijo Esparza. “Dios me está usando, usando a mis hijos, usando a mi esposo, y es asombroso estar en una familia donde puedo ver que Dios está usando a todos y cada uno de nosotros. Me encantaría ver eso para cada familia, que Dios está usando a cada miembro de su familia".