La Academia de Música de Panamá abrió sus puertas a sus primeros alumnos luego de 17 meses de espera por la pandemia de COVID-19. El 14 de agosto, un equipo de seis profesores y un administrador de la nueva academia de música recibieron a 52 estudiantes, tanto jóvenes como mayores, en las instalaciones de la Iglesia del Nazareno de Río Abajo.

“La academia de música ha sido una respuesta de Dios a la necesidad de desarrollar músicos y adoradores en nuestras iglesias en el Distrito Central de Panamá”, dijo Amable Polanco, pastor de Río Abajo. “Hoy vemos la gran bendición de tener un lugar en donde pueden prepararse para el ministerio de adoración".

Los estudiantes asisten a la academia de música una vez a la semana durante tres horas. La semana pasada, la academia inscribió a más de 70 alumnos de 10 a 70 años.

La escuela está dirigida por Neal y Cathy McMullian, una pareja nazarena jubilada de EUA. La visión de la escuela comenzó hace tres años después de que Cathy y Neal dirigieran un viaje misionero a Panamá con estudiantes de Olivet. Los McMullian sintieron que el Señor les estaba pidiendo que se mudaran a Panamá para servirle de una manera nueva.

“En ese momento no sabíamos qué tenía Dios en mente para que nosotros hiciéramos, dijo Neal “pero a lo largo de muchos años, nos había preparado en diferentes áreas”.

Neal había enseñado música en escuelas públicas y universidades. Cathy trabajó con niños y con estudiantes universitarios.

“Dios nos estaba preparando para algo nuevo”, dijo Neal.

Fue así como hace dos años los McMullian se mudaron a Panamá para trabajar con Carlos de la Cruz, superintendente del Distrito Central de Panamá, para desarrollar una academia de música para la Iglesia del Nazareno de Panamá. Neal dijo que esta academia tiene como objetivo desarrollar la capacidad musical en la iglesia y permitir una mayor participación y contribuciones en alabanza y adoración a Dios.

Gathering Point Church of the Nazarene, la iglesia de McMullians en Bourbonnais, Illinois, trabajó arduamente para ayudarlos a recaudar fondos. A través de esos talentos y otras bendiciones, pudieron comprar instrumentos y equipos para la academia, y finalmente estuvieron listos para comenzar a enseñar en marzo de 2020. Pero la semana que tenían planeado comenzar, Panamá cerró escuelas y estableció una estricta cuarentena.

“Covid-19 parecía haber puesto fin a nuestros planes. “Pero, como dice la canción Mi Dios así eres tú'...Aunque no pueda ver estás obrando'. Y Dios seguía obrando.

Este retraso les dio a los McMullian la oportunidad de mejorar su español, aprender más sobre la cultura local y desarrollar relaciones sólidas con muchas personas en Panamá. Aprendieron a movilizarse por la ciudad con mayor facilidad e hicieron nuevos amigos que más tarde se convirtieron en maestros en la academia.

“De muchas maneras, la dirección de la mano de Dios se hizo evidente”, dijo Neal.

“No sabemos a dónde nos llevará este camino, pero sí sabemos que Dios tiene un plan y nuestro trabajo es dar el siguiente paso. “Nos reconforta el hecho de que Dios está frente a nosotros, y lo que es más importante: 'Porque sé los planes que tengo para ti”, declara el Señor, “planes para prosperar y no dañarte, planes para darte esperanza y un futuro, Jeremías 29:11”.