El equipo de personal de Misiones Globales cuenta con protocolos para una variedad de escenarios de emergencia que sus misioneros podrían enfrentar. Pero al igual que muchas otras empresas y organizaciones, no había una para una pandemia global.

“Es [un evento] muy singular porque generalmente hay lugares alrededor del mundo que evitamos, pero esto era algo que no se podía evitar”, dijo Marty Hoskins, director de personal de Misiones Globales. "Nuestra respuesta fue bastante rápida en el desarrollo de protocolos debido a la experiencia que tenemos en el manejo de crisis".

Debido a que Misiones Globales ya se comunica regularmente con con el personal alrededor de todo el mundo, el trabajo remoto es una rutina hasta cierto punto. Pero el equipo aumentó significativamente su comunicación regular a través de tecnología ya disponible como Zoom y WhatsApp.

“Creamos grupos de WhatsApp para cada una de las regiones, solo para que pudiéramos comunicarnos rápidamente con personas que están tratando de tomar decisiones, personas que están estancadas y tratando de volver a sus lugares, o [aquellos que] necesitan tomar decisiones. en los viajes”, dijo Hoskins.

El equipo de personal de Misiones Globales recopiló información que incluía la edad y el estado de salud de cada misionero, cómo era la atención médica local disponible para ellos, la estabilidad política de su país y otros factores pertinentes a su salud y seguridad. El equipo evaluó las decisiones de cada misionero caso por caso en lugar de abordar la pandemia como una estrategia generalizada para todos.

“En algunos lugares, los misioneros tenían la libertad de salir e ir a la tienda”, dijo Hoskins. “Pero tuvimos algunos misioneros que literalmente no pudieron salir de sus hogares durante cinco semanas. Fue muy desafiante hasta el punto en que la comida se convirtió en un desafío. Lo estábamos experimentando de manera muy diferente, aunque a todos nos impactó".

Algunas familias fueron repatriadas a sus países de origen, pero la mayoría decidió quedarse donde estaban.

Cerca de 50 misioneros quedaron varados fuera de su ubicación de asignación cuando las fronteras internacionales se cerraron repentinamente y se cancelaron los vuelos. El equipo de personal trabajó con estos misioneros mientras buscaban una vivienda temporal, reprogramaron charlas en las iglesias y luego se instalaron para esperar a que pasaran los cierres por la pandemia.

Se sabe que casi dos docenas de misioneros contrajeron COVID-19. Afortunadamente, solo uno fue hospitalizado y desde entonces todos se han recuperado.

Hoskins dijo que ha visto a Dios obrar en múltiples situaciones. Un equipo de Trabajo y Testimonio que estaba atrapado en Perú encontró vuelos de repatriación y pudo regresar a Estados Unidos. Varios misioneros fueron reubicados a salvo de situaciones locales inestables. Un misionero fue reubicado por razones de salud, pero pudo regresar a su asignación a pesar de las fronteras cerradas y los vuelos suspendidos. Los misioneros varados encontraron alojamiento y fueron atendidos mientras esperaban los vuelos de regreso a sus asignaciones.

Docenas de misioneros normalmente estarían en un tiempo de gira misionera a lo largo del año, recaudando fondos para sus ministerios y algunos de sus gastos básicos de subsistencia para el próximo año o dos. Con las iglesias que han suspendido las reuniones en persona y los misioneros encerrados y posponiendo sus conferencias, recaudar fondos ha sido un desafío para algunos.

“Nos complace mucho que las iglesias hayan estado dispuestas a realizar entrevistas virtuales o sermones en línea. Nuestros misioneros han estado enviando videos”, dijo. “Todos tomamos medidas inmediatas aquí en el CMG, así como en todo el mundo, con gasto discrecional. Al no viajar, eso ayuda.

“Estamos agradecidos por las continuas oraciones y las ofrendas sacrificiales de los nazarenos de todo el mundo. También oramos para que Dios continúe proporcionando los recursos necesarios para mantener nuestros esfuerzos misioneros como iglesia”.