Deslizamiento de rocas daña comunidad e iglesia en Guatemala
Un gran deslizamiento de rocas en San Marcos la Laguna, en Guatemala, cobró la vida de cuatro personas y destruyó cinco casas además de una Iglesia del Nazareno. El deslizamiento ocurrió el 6 de octubre de 2020 aproximadamente a las 7:15 p.m. hora local después de que varios días de fuertes lluvias provocaron que las rocas se desprendieran de la montaña.
“Todo pasó en un abrir y cerrar de ojos” dijeron los pobladores. Algunos estaban cenando con sus familias y otros se estaban preparando para asistir a la reunión de las 7:30 en la Iglesia del Nazareno.
Las rocas cayeron a gran velocidad, destruyendo todo a su paso, desde árboles hasta casas. Además de las cuatro personas fallecidas, otras diez fueron trasladadas al hospital más cercano. Durante la noche, y el día siguiente, las autoridades evacuaron a unas 60 familias.
La infraestructura de algunas viviendas sufrió daños importantes, entre ellos el edificio de la Iglesia del Nazareno San Marcos la Laguna. Sin embargo, el pastor y su familia se encuentran bien y la casa pastoral no sufrió ningún daño.
“Una gran roca atravesó una pared del santuario y rebotó unas dos veces hasta que cayó y destruyó otra pared, luego se detuvo justo en la acera antes de llegar a la casa”, dijo Damaris Kellogg, coordinadora de Ministerios Nazarenos de Compasión del Área Nor Central.
Kellogg visitó el sitio al día siguiente.
“El poder protector de Dios impidió que esa roca rodara y cayera en la casa pastoral”, agregó.
También agradeció al Señor por cuidar de toda la congregación, ya que se iban a reunir esa noche, minutos después de que cayera la piedra.
Kellogg visitó la escena con el coordinador de Trabajo y Testimonio Roger Kellogg para evaluar los daños y brindar ayuda inmediata a las víctimas. MNC proveyó 100 kits de emergencia y 50 kits para niños que incluye una merienda, un libro para colorear, crayones y un pequeño juguete. Algunos miembros de la congregación estuvieron presentes durante la visita y el grupo se tomó un tiempo para agradecer a Dios por salvarles la vida.
Los ministerios tienen previsto participar en la limpieza y reconstrucción de la iglesia, pero por ahora las autoridades han marcado la zona como zona roja o en peligro.
"Oramos para que no haya más deslizamientos de tierra en esa región, al igual que oramos por las familias que perdieron a sus seres queridos y por las otras familias que han sufrido un ataque de nervios por lo sucedido", dijo Damaris.