Nazarenos de todo el mundo se reunieron para el culto del domingo por la mañana en el Centro de Convenciones de Indiana. El superintendente general David Graves predicó un mensaje titulado “Adoración sin límites” a más de 11,500 personas que asistieron físicamente y más de 3,000 a través de la transmisión en vivo.

“Lo único que podemos hacer es responder a su amor”, dijo Graves. "¿Cómo respondemos? Respondemos con nuestro amor, respondemos con nuestra adoración porque Él nos amó primero".

Después de un tiempo de alabanza dirigido por un equipo de adoración, coro y orquesta, incluida una interpretación de “Santidad a Jehová”, el director regional de Asia-Pacífico, Mark Louw, dirigió a la congregación en un tiempo de oración.

Graves, que se retira después de esta Asamblea General, comenzó leyendo Juan 12:1-8, sobre María rompiendo el nardo más caro y derramándolo sobre los pies de Jesús. El pasaje sirvió como una ilustración de las cosas sin límites que la gente hace en nombre del amor.

"Esta acción de María, este acto de adoración, este acto de impracticabilidad, es en realidad el olor del amor sin límites que sentía por su Señor", dijo Graves.

Señaló que tenía razones para amar a Jesús; porque “sabía la diferencia entre el olor de la muerte y la decepción, y el olor del amor” por lo que Jesús había hecho por su hermano, Lázaro.

"Su acción, su adoración, se trata de dar", dijo Graves. “Se trata de honrar, se trata de amar a Jesús; y ella no está buscando nada a cambio”.

Es ese tipo de amor con el que Graves animó a la congregación a adorar a Dios.

“Unámonos a María en derramar nuestra adoración a Dios”, dijo Graves. "Comprende que la fragancia sin límites, apasionada, invaluable y extravagante que Él quiere recibir hoy es tu amor, tu adoración y tu entrega a Él".

El servicio terminó en un tiempo de comunión cuando la iglesia se unió como una sola para confesar que Cristo ha muerto, Cristo ha resucitado y Cristo vendrá de nuevo.