La congregación Guam First Church of the Nazarene recientemente bautizó a 12 personas en un servicio a la orilla de la playa después de haberse retrasado durante más de un año debido a la pandemia de COVID-19 y otros desafíos.

La iglesia había planeado celebrar un servicio de bautismo alrededor del Día de Resurrección en 2020, pero cuando la pandemia de COVID-19 golpeó la isla, la iglesia no pudo reunirse y las playas estaban cerradas al público.

Cuando la iglesia comenzó a reunirse nuevamente en 2021, Dios tenía nuevos planes. El pastor David Ackerman preguntó a la congregación un domingo por la mañana a cuántos les gustaría ser bautizados. Varias personas expresaron interés. Ackerman y la junta de la iglesia decidieron realizar un servicio especial en la playa y fijaron una fecha en mayo con la esperanza de que se levantaran las restricciones.

El domingo siguiente, Ackerman invitó a las personas interesadas en bautizarse a que participaran de una clase de bautismo. Se presentaron doce personas, desde un niño de 8 años hasta varios adultos. Luego, Ackerman se comunicó con el Departamento de Parques para obtener un permiso para usar uno de los refugios del parque y se enteró de que había un límite de 50 personas para este tipo de evento. Esto fue un problema porque la iglesia ha estado a cargo de más de 70 personas.

El evento enfrentó otro problema ya que las fuertes lluvias cayeron sobre la isla antes del servicio planeado. Según el pronóstico, se suponía que llovería toda la semana, por lo que los miembros de la iglesia oraron para que se pudiera realizar el servicio. El día antes del servicio, el gobernador aumentó el límite a 100 para reuniones masivas. Y para ese domingo, toda la lluvia se había movido hacia el este, lo que permitió que asistiera toda la congregación.

“Dios tocó este evento especial de muchas maneras”, dijo Rhonda Ackerman. “Es especial para mí porque es la primera vez que participo en un evento de este tipo. Estar al lado de mis hermanos y hermanas que decidieron seguir a Jesús y ayudar a mi esposo a bautizarlos fue una experiencia gozosa que espero volver a compartir con ellos pronto”.

Dios está obrando en las vidas de los bautizados y de la familia de la iglesia. Después de un año de lucha para muchos, incluida la iglesia, el 2021 ha traído un viento refrescante del Espíritu Santo.

Algunos de los recién bautizados pidieron Biblias y están trabajando en los Estudios Bíblicos Básicos. A la iglesia le gustaría realizar otro servicio de bautismos en la playa, por lo que están orando para que Dios continúe moviéndose entre la gente, atrayendo gente nueva a la vida de la congregación y trayendo avivamiento y renuevo en la isla de Guam.

--Iglesia del Nazareno Región Asia-Pacífico