Addie Garman, una misionera que sirvió en Perú por más de 45 años, fue enterrada en la Estación Misionera Nuevo Horizonte durante un servicio conmemorativo al que asistieron más de mil personas.

“La iglesia tiene capacidad para 500 personas”, dijo Greg Garman, hijo de Addie y Larry Garman. "Pero es un lugar abierto, solo tiene una pantalla y un techo, así que hubo personas reunidas afuera viendo lo que pasaba adentro. Fue una gran celebración".

Durante el servicio, las cenizas de Addie fueron enterradas en su lugar favorito, justo debajo de la ventana de su cocina que da a la jungla. Después, hubo una comida para todos los que asistieron, así como una boda para Chris Sharp y Kimberly Ashford, una de las nietas de Addie.

Se llevaron a cabo diez servicios conmemorativos más en las aldeas cercanas de Chipe, Chigkamai, Yuan Kasén, Listra y Pucallpa, con la asistencia de cientos más. Luego se dedicaron seis nuevos edificios de la iglesia durante el fin de semana posterior al memorial y se decoraron con placas en memoria de Addie.

En una iglesia, 36 personas se bautizaron en el río, incluidos amigos de toda la vida y residentes de la aldea.

“Una de las personas bautizadas era un guerrero que tenía 82 años”, dijo Greg. “En el pasado, odiaba a la iglesia y hablaba contra nosotros, pero ha cambiado y ahora se está bautizado”.

Otra persona era el hijo de alguien que Greg había bautizado en 1987 en el mismo río. Dos de los bautizados eran personas que conocía desde que era niño, por lo que fue una ocasión muy especial.

“Dios está haciendo grandes cosas de una forma milagrosa. Ciertamente está vivo y moviéndose en la tribu hoy ”, dijo Greg. “El trabajo ha crecido exponencialmente. Si está funcionando, queremos que siga funcionando mejor".

Debido a la fidelidad del ministerio de los Garman, hay más de 250 Iglesias del Nazareno entre las tribus del Perú en la actualidad. Cuando llegaron por primera vez, no había iglesias presentes en esa área.

“Realmente habla de su legado y del trabajo continuo”, dijo Greg. “La mayor parte es simplemente conectarse con la gente. Es emocionante ver a las personas con las que crecí participar activamente en la iglesia. Es alentador ver cuánto aman al Señor y aman a la iglesia. El Espíritu Santo realmente se está moviendo entre la gente de allí".