En Nepal, los miembros de la Iglesia del Nazareno local están haciendo las cosas un poco diferente: están plantando árboles. De hecho, han plantado alrededor de 3,300 en los últimos cuatro años.

Nepal está propenso particularmente a los desastres naturales: en 2015, un terremoto de magnitud 7.8 y sus réplicas cobraron la vida de más de 8,900 personas. Las empinadas colinas y las altas montañas dan paso a los valles bajos, y los bosques ayudan a mantener ese paisaje unido. Los árboles evitan la erosión que podría convertirse rápidamente en una catástrofe ante las inundaciones, terremotos y deslizamientos de tierra.

Los árboles también tienen un valor significativo por otras razones: proporcionan madera para alimento y refugio y pueden usarse y venderse. Y la tala de bosques deja espacio para edificios y carreteras en un país urbanizado. Ganga Prasad Mukhiya, presidente de la Juventud Nazarena Internacional en Nepal, dice que la deforestación es un problema apremiante.

"Entre otras calamidades naturales, los deslizamientos de tierra, las inundaciones y la deforestación son los principales causantes por los que las personas hayan perdido sus casas, familias y sus propias vidas en Nepal", dijo.

La Iglesia del Nazareno, incluida una iniciativa específica dirigida por jóvenes, comenzó a hacer lo contrario plantando árboles para reforestar lo que se había perdido. Este un ministerio tanto para ayudar a la tierra como aquellos que viven en ella. Hasta ahora, 19 iglesias y aproximadamente 150 personas están involucradas en el programa de reforestación.

El proyecto también ha incluido programas de concientización que cubren la importancia de plantar árboles y cuidar la tierra. Mukhiya dice que muchas personas en las comunidades que visitaron han visto el proyecto de plantación de árboles de manera positiva. Una vez que se han plantado los árboles, generalmente se recibe al grupo de manera cálida. "Alentamos y recomendamos a las iglesias locales ... que cuiden su propio Jardín del Edén", dice Mukhiya.

El grupo espera continuar el programa y expandirlo, para asegurarse que sea duradero. Los bosques crean cambios a largo plazo al restablecer la cuenca hidrográfica, previenen la erosión y agregan nutrientes al suelo. Cada una de esas cosas beneficiará a quienes viven en comunidades cercanas a los nuevos bosques.

"Así como Dios nos ha dado la responsabilidad de cuidar a las personas y el lugar, incluida toda la creación, este es nuestro deber de mantener su creación", dijo Mukhiya.

Nepal ha estado en proceso de recuperación después del terremoto y las réplicas. La plantación de árboles es uno de los muchos proyectos que restauran al país; la educación, el desarrollo económico y las actividades agrícolas también son parte de un programa a largo plazo que echaron a andar después del desastre.

Bishal*, de 14 años, se mudó a Katmandú con su familia después del terremoto. Su casa se derrumbó por completo y la familia lo perdió todo. Su padre trabaja como jornalero para tratar de ganar dinero para el futuro de sus hijos.

"Él trabaja muy duro todos los días y apenas logra ganar para sobrevivir", dice Bishal. "Mi educación está muy lejos".

Aunque Bishal pudo asistir a la escuela, su capacidad para aprender y estudiar se vio profundamente afectada a causa de la pobreza en la que se encontraba la familia. Así como plantar árboles es parte de la restauración del país, también lo es el trabajo de recuperación para aquellos que han sobrevivido a la calamidad.

Bishal, quien observaba cómo se desvanecían sus esperanzas de una buena educación cada año mientras estaba en la etapa de crecimiento, fue invitado a un centro nazareno de desarrollo infantil. Allí, tenía maestros que podían ayudarlo a aprender. También eliminó la carga de tener que comprar útiles escolares, algo para lo que sus padres tenían que ahorrar antes.

"Era muy lento en mis estudios, pero ahora soy un buen estudiante en mi escuela", dice. "Pude mejorar mis estudios gracias al programa de tutoría".

Cada una de estas piezas (plantar árboles, empoderar económicamente a las familias, invertir en educación) cambiará vidas en los años por venir. El apoyo educativo que recibe Bishal en el centro le permite prosperar en la escuela, algo que ha demostrado que rompe el ciclo de la pobreza. A medida que más árboles crezcan y florezcan, él crecerá en un país que también está creciendo.

Esta historia apareció anteriormente en NCM Magazine en el Número 1 de 2020.