2021 marcó el centenario de la Iglesia del Nazareno en el Medio Oriente, que comenzó en Palestina y Siria en 1921. Cuando se preguntó si la compasión es parte de la identidad nazarena en el Medio Oriente, un pastor, el pastor Boulos, fue claro. 

“Absolutamente, esta es nuestra identidad, al 100 por ciento”, dice. “Este es el corazón de nuestra misión y creo que está vinculado con el corazón de Jesús. En Mateo 25, [Jesús dice], "Tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; en la cárcel, y vinisteis a mí ... cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis." 

Las primeras iglesias nazarenas en el Medio Oriente estaban compuestas por refugiados y personas que vivían en la pobreza, y el ministerio inicial de la iglesia consistía en ayuda alimentaria, cuidado de huérfanos y personas vulnerables y educación para niños a través de escuelas nazarenas. Ahora, 100 años después, las iglesias nazarenas continúan con este legado. 

“Creo que este es el corazón de Jesús: ver los ministerios de compasión en cada corazón, en cada iglesia, en cada siervo, para servir a la gente—especialmente a aquellos que están pasando por un momento difícil”, comparte Boulos. 

Boulos recuerda cómo, durante la primera Guerra del Golfo en 1991, los iraquíes huían a Jordania porque no tenían dónde quedarse. En ese momento, la escuela nazarena abrió sus puertas y a 30 familias se les dio un aula a cada una como lugar de refugio. La iglesia era un santuario en el verdadero sentido de la palabra. 

"Para ser sincero, estoy muy orgulloso", comparte Boulos. “Estoy muy feliz de ser parte del Reino de Dios a través de la Iglesia del Nazareno, porque cuando veo pastores, ellos están haciendo lo mejor con recursos limitados, sólo para servir y apoyar a los necesitados. Estoy muy orgulloso ... la situación es muy difícil ... Recibámolos. Sirvamos a sus hijos. Compartamos nuestro corazón, nuestro amor, nuestros recursos con ellos. Esto me da alegría..."

Las iglesias de Oriente Medio están llenas de historias de transformación. Una joven iraquí huyó de la guerra con su familia. “Están deprimidos, tienen miedo”, dice Boulos sobre quienes viven como refugiados. “Ni siquiera pueden caminar por la calle. Todas estas cosas están en su mente y se aislan". 

La joven tenía 18 años, estaba embarazada y sin apoyo. Luego, comenzó a involucrarse en el grupo de jóvenes, y los jóvenes la amaron y la apoyaron. Después de unos años, su fe ha crecido enormemente. Ahora, ella es una predicadora. 

Boulos explica cómo su historia comenzó con la huida, pero ahora se mantiene firme en su fe. 

"Cuando se para en la plataforma, es como un león, llena de valentía y carisma", dice Boulos. 

En una iglesia nazarena, una mujer llamada Anna dirige el trabajo de refugiados para los niños. Anna es una refugiada reciente. Ella también tiene su propia historia de huir de la violencia y empezar de nuevo en un nuevo país. 

“Hace 100 años, hubo una tragedia, pero ahora vemos la esperanza”, dice Boulos. "En este momento, vemos una tragedia, pero tal vez después de 100 años veremos que la luz está brillando". 

Esta historia es una adaptación de un artículo que se publicó en la versión más reciente de de la revista de Ministerios Nazarenos de Compasión, "NCM Magazine". Para ver esa historia, haga clic aquí.