Christiane, esposa de pastor y residente en Vernouillet (Francia), empezó a pegar versículos en las paredes de su habitación para animarla en su vida diaria.

"Una y otra vez, recibí esta fuerza de la pared de mi habitación en un verso pegado", dijo Christiane. "Cuando mis débiles manos no podían unirse para orar o se negaban a abrir la Biblia, cuando a mi corazón no le quedaban palabras, mis ojos no podían dejar de ver ese llamado desde la pared".

Poco a poco, nació la idea de ofrecer este regalo a los demás. Christiane empezó a crear objetos con versículos alentadores —llaveros, baberos, marcos de papel— y a compartir los proyectos con los jóvenes y niños de su iglesia. Dos hermanas de la congregación con talento para la costura se unieron a Christiane en su misión.

"Tenían una máquina en casa y se pusieron a trabajar para el Señor", dice Christiane. "Su entusiasmo me conmovió".

Una joven empezó a fabricar velas en casa (Christiane añade versos en las etiquetas), lo que dio a los alumnos de la congregación la oportunidad de participar y ayudar. Otro miembro tiene talento para la repostería, confeccionando paquetes de caramelos con versos en las bolsas. Otro crea piezas de joyería. A medida que otros den un paso adelante, Christiane dice que Dios revelará el futuro rumbo del grupo.

"Contamos con que nuestro Señor nos revele talentos, nos inspire y nos proporcione los materiales necesarios para poner en marcha esta obra", afirmó Christiane.

Christiane y su equipo distribuyen los regalos de las Escrituras de diversas maneras, incluidos mercados locales y eventos comunitarios, pero a menudo es tan sencillo como un regalo de amigo a amigo impulsado por Dios.

"Nuestro Señor, el maestro de las circunstancias, Él mismo crea las circunstancias", dijo Christiane. "Nos toca a nosotros escuchar al Espíritu Santo y aprovechar la oportunidad que Dios nos dará de ofrecer este objeto portador de una hebra de la Palabra. Dios se ocupará del resto, mientras responde a nuestras oraciones que acompañan al objeto.

El grupo ha emprendido la oración por la región de Dreux (a unos 80 kilómetros de París) porque el equipo cree "que todos estamos en misión en el lugar donde Dios nos ha colocado".

"Queremos que la Palabra entre en los hogares de nuestra región por todos los medios", dijo Christiane. "Porque la Palabra fortalece, la Palabra consuela, la Palabra sana, la Palabra restaura, la Palabra da vida, la Palabra salva".

Christiane afirma que, mediante la inscripción de escrituras en objetos cotidianos, el equipo anima a la gente a descubrir la Biblia por sí misma, "retándoles a despertar ese deseo de conocer la verdad".

Los versos se inscriben en marcos de fotos, prendas para bebés, joyas, tazas y mucho más. Un día, el equipo espera inscribir objetos en braille para ofrecer estas mismas creaciones alentadoras a las personas con discapacidad visual. Christiane dice que esto se debe a que nada de la vida cotidiana está fuera del ámbito de las Escrituras.

"La Biblia abarca todos los temas posibles", afirma Christiane. "Hay que ser capaz de crear sorpresa para despertar curiosidad. Y Dios sabe responder a la curiosidad de un corazón sincero con su Espíritu Santo".

Aunque el ministerio es nuevo, Christiane está entusiasmada porque es una oportunidad para incluir a todos en su congregación. Ella dice que todos pueden participar, ya sean jóvenes o mayores.

"Nadie está descalificado para acercar a otros a Jesús", añadió Christiane. "Todos tenemos al menos un talento, grande o pequeño, para hacer que la Palabra llame la atención o el oído de alguien".