Vidas transformadas gracias a la generosidad
Gracias a la generosidad de los nazarenos de todo el mundo, la Iglesia del Nazareno puede continuar difundiendo el amor transformador de Cristo en cada rincón del mundo.
Los recursos ya están disponibles para la próxima Ofrenda de Acción de Gracias para Misiones Nazarenas.
El sitio web de la ofrenda, nazarene.org/es/generosidad, incluye materiales promocionales como gráficos de medios sociales, videos, carteles, folletos, un gráfico de PowerPoint e insertos de boletines para apoyar a las iglesias locales.
Cada vez que ora, da a Misiones Nazarenas o va a un viaje misionero, comparte el amor de Cristo y ayuda a transformar vidas como la de Alexander Gautreaux.
Alexander Gautreaux pastorea la Iglesia del Nazareno, El Amirante, en la República Dominicana. Es el primero en admitir que su pasado no es tan parecido a Cristo.
"Tuve una vida muy desordenada cuando se trataba de mujeres", dijo Gautreaux. "Tuve una adicción al alcohol y un estilo de vida salvaje".
Cuando le dijo a una mujer de su pasado que se había convertido en cristiano, ella respondió diciendo que "tenía que ver eso para creerlo".
Los problemas de su vida temprana los atribuyó a su educación y a la relación con su padre. Le trajo dolor, ansiedad y un vacío que intentaba llenar con cosas mundanas. Le afectaba personalmente y en su vida familiar.
"Todo se estaba cayendo a pedazos", dijo Gautreaux. Era como un profundo pozo sin fondo.»
Un día al volver a casa del trabajo, escuchó un culto que se llevaba a cabo cerca de su casa. Mientras escuchaba el mensaje del pastor, comenzó a sentir una convicción. Él y su esposa le pidieron al pastor y a la gente de la iglesia que vinieran a su casa.
"Mis palabras fueron: ‘A partir de esta noche, muchas cosas van a cambiar en esta casa’", dijo Gautreaux. Y lo hicieron. Todo cambió".
Además de los cambios en su propia vida, la familia de Gautreaux comenzó a cambiar.
"De sentirme miserable, depresivo y violento, comencé a sentirme como alguien", dijo Gautreaux. "No por mí, sino porque Dios me hizo alguien".
Como pastor ahora, Gautreaux ve no sólo cómo Dios trabajó en su vida y su hogar, sino también en la vida de su padre.
"Dios me llevó a ir a la Iglesia del Nazareno, porque en este lugar, en esta comunidad es donde Él me quería y donde Él me quiere ahora", dijo Gautreaux.