Sergei y Olga Onofriichuk, quienes dirigen varios ministerios en la ciudad de Kazatin, Ucrania, han ayudado a su comunidad de forma creativa durante la pandemia de COVID-19 a través de la distribución de alimentos a muchos que están experimentando una gran necesidad, rehabilitación continua para personas con adicciones y un jardín de infantes y una escuela para la ciudad.

Reconociendo que muchas de las personas más pobres de la ciudad se vieron gravemente afectadas por el virus, los miembros de Kazatin Church of the Nazarene organizaron y entregaron paquetes de alimentos, suministros médicos básicos y de tocador y materiales escolares. Lo más importante es que verificaron las necesidades de estas familias. Si bien se estaban llevando a cabo proyectos similares en toda Ucrania, los proyectos en Kazatin son valiosos actos de servicio a las nuevas familias, especialmente a las que enfrentan situaciones vulnerables.

Las restricciones de la cuarentena dificultaron el trabajo del centro de rehabilitación de la iglesia en Kazatin. El programa de rehabilitación ayuda a las personas que llegan al centro después de haber sido liberadas de la adicción a las drogas o el alcohol, y el centro sirve como albergue para quienes no tienen vivienda y necesitan orientación. El bienestar espiritual, emocional y físico de los participantes ocupa la prioridad del programa.

Los residentes en el primer paso de rehabilitación continuaron con sus programas internos durante la pandemia, pero aquellos en el segundo paso de la casa de transición a menudo se quedaron sin trabajo a menos que tuvieran un trabajo esencial. A pesar de que esta situación fue desafiante, todos los hombres en la casa de transición, excepto una persona con licencia médica, ahora han reanudado su trabajo. De hecho, no poder trabajar durante la cuarentena fue frustrante para todos, pero sobrevivieron y ahora están prosperando. A lo largo de los 16 años de trabajo del centro de rehabilitación, muchos hombres que han experimentado el amor transformador de Cristo ahora sirven con sus familias en Kazatin Church of the Nazarene y esperan un futuro mejor.

Olga es la administradora del jardín de infantes y la escuela, el jardín de infantes Marvel y la escuela Cleverland, ubicados en la iglesia de Kazatin. Actualmente, la escuela atiende a unos 60 niños de la comunidad a través de su programa creativo que incluye entrenamiento diario, lo que les permite aprender inglés. Todos los maestros son cristianos y la mayoría de ellos son de la Iglesia Kazatin. A menudo, los niños de la escuela son invitados a los eventos del Club de Niños, formando un puente entre los programas de la iglesia y la escuela.

A través de la escuela, los miembros de la iglesia y los maestros también pudieron identificar a las familias que necesitaban asistencia alimentaria.

“Este es un momento muy difícil para mí”, comparte uno de los padres. “Yo mismo estoy criando a dos hijos y siempre me resulta difícil. Pero el año pasado, debido a la cuarentena, prácticamente no trabajé y todo fue simplemente insoportable. La comida que nos dio la iglesia literalmente nos ayudó a atravesar este momento terrible".

En realidad, COVID-19 sirvió como un beneficio para esta escuela porque durante los seis meses de cierre de las escuelas públicas en Kazatin, muchos estudiantes nuevos asistieron a esta escuela privada cuando la cuarentena estuvo vigente durante cuatro meses, lo que permitió que las escuelas privadas operaran con restricciones. Así, muchas familias nuevas han descubierto el testimonio de la iglesia en Kazatin a través de su experiencia con la escuela y sus maestros durante la pandemia.

“Muchas gracias por la ayuda que su iglesia brinda a nuestra familia durante este período tan difícil de cuarentena”, le dijo otro padre a la iglesia. “Les agradezco por la escuela que abrieron y por la oportunidad de trabajar, por cuidar a mis hijos y toda la ayuda que nos brindan”.

-Una versión de esta historia apareció anteriormente en NCM Magazine. Para ver esa historia, haga clic aquí.