Anderson First Church of the Nazarene está abriendo un centro comunitario para ayudar a involucrar a los residentes que fueron "abandonados" en el proceso de revitalización del área metropolitana de Indianápolis.

Durante la crisis financiera en la década de 2000, la ciudad de Anderson sufrió un golpe cuando GM (General Motors) eliminó lentamente más de 30,000 empleos al cerrar todas sus plantas. Esta medida le costó a la comunidad miles de millones de dólares además de una gran pérdida poblacional a medida que las personas se mudaron para buscar nuevos empleos.

Esa comunidad aún no se ha recuperado. Según el pastor principal Joseph Dagostino III, la iglesia está rodeada de filas y filas de casas vacías. Cuando tomó el pastorado, decidió recorrer el vecindario y preguntar cómo podían ayudar.

"No queríamos ser la iglesia que entra y simplemente te arroja todo y te dice: 'Bueno, te vamos a rescatar' y asumir que la gente necesitan ser rescatadas", dijo Dagostino.

La iglesia comenzó a asociarse con otras organizaciones y programas locales, lo que incluye ayudar a los residentes a llenar sus solicitudes para el Programa de Asistencia de Climatización de Indiana. A medida que los líderes de la iglesia ayudaron a los miembros de la comunidad con las solicitudes, pudieron conocer mejor el área, se presentaron con las personas para hacerles saber a los solicitantes que la iglesia quería asociarse con ellos y ser mejores vecinos.

Los líderes pudieron identificar cinco áreas que faltaban en el vecindario: un lugar para reunirse, educación, recursos comunitarios, salud y un lugar seguro. Estas cinco áreas se han convertido en los puntos de servicio clave del centro comunitario, cuya apertura está programada para fines de 2020.

El Centro Comunitario de Anderson First Church, AFC, es un área adicional al edificio actual de la iglesia. Tressena Jones, quien anteriormente fungía como pastora asociada de discipulado en Anderson First, es la directora del centro comunitario.

"Nuestra esperanza es que el centro comunitario sea un centro de experiencias enriquecedoras para todos", dijo Jones. “Planeamos hacer esto mediante el desarrollo de relaciones de confianza y colaboración, conectándonos con otras organizaciones comunitarias, ofreciendo una programación diversa, compartiendo nuestro espacio con otras organizaciones sin fines de lucro, ayudando a organizar proyectos comunitarios y asegurando que este trabajo se centre en aquellos en la comunidad a quienes llegaremos a servir".

El centro comunitario cuenta con una cafetería, un centro de juegos infantiles, clases de cocina y servicios de tutoría. Los espacios al aire libre incluyen un jardín comunitario y un parque de neumáticos.

Dagostino dijo que uno de los principales objetivos del centro es equipar a la comunidad, no solo hacer algo bueno para ellos.

"No se trata de que manejemos y demos comida el Día de Acción de Gracias y digamos: 'Miren, hicimos algo bueno'", dijo Dagostino.

Recordó una reciente campaña de comida del Día de Acción de Gracias donde una de las mujeres que recibió comida trajo de vuelta el pavo y dijo: “No sé qué hacer con esto. Nunca he preparado un pavo. Nunca lo hemos probado".

"Simplemente me recuerda que a veces regalar no es el paso correcto", dijo Dagostino.

En la medida que el centro comunitario va abriendo, Dagostino dijo que para ellos una prioridad es permanecer integrados en la comunidad a través de estas instalaciones porque muchas otras compañías y servicios se han marchado de Anderson a lo largo de los años.

"Hay una razón por la que Dios nos puso allí, y no se trata solo de hacer que la gente venga a la iglesia", dijo Dagostino. "Se trata de empoderarlos para que estén mejor equipados para la vida que les ha tocado vivir".