Ventanas de oportunidad: el viaje misionero que casi no ocurría
Este es un relato de primera mano de Lynette Cherry, quien pastorea Pueblo First Church of the Nazarene, en Pueblo Colorado. Lynette y su equipo regresaron recientemente de un viaje de Trabajo & Testimonio en Filipinas.
¿Alguna vez ha sentido que quizá se encuentra justo en el centro de una ventana de oportunidad? Nuestro equipo que fue recientemente a Filipinas en un viaje de Trabajo & Testimonio tuvo una experiencia de este tipo.
Este fue el viaje que casi no fue. Las semanas previas a nuestro viaje estuvieron llenas de volcanes en erupción, temblores y ya comenzábamos a escuchar sobre algo llamado "coronavirus" que en ese momento apenas empezaba a extenderse por todo el mundo, causando rumores de cuarentenas.
Todas esas razones, junto con varios obstáculos de salud, nos obligaron a considerar seriamente cancelar o posponer nuestro viaje. Sin embargo, cuando el equipo comenzó realmente a orar, uno a la vez, pudimos compartir cómo Dios nos dio a cada uno una paz que sobrepasó nuestro entendimiento y sabíamos que Él estaba diciendo, "Vayan" incluso cuando el mundo a nuestro alrededor decía "no". Y así que fuimos.
Nuestros días en el Centro de Desarrollo Infantil de GMA Church of the Nazarene estuvieron llenos de tiempos en los que pintamos, trabajamos en el sistema eléctrico, comimos, limpiamos, pusimos ladrillos, comimos, construimos una estantería, hicimos una conexión con las personas, enseñamos un drama para hacer una presentación evangelística ante la comunidad, ¿y ya mencionamos que comimos? Sin embargo, a medida que nuestro grupo evoca el pasado, ni un comentario hizo mención de lo que completamos sino sobre cómo nos enamoramos de las personas allí y cómo nos amaron con el amor de Jesús.
Stan James dijo: "La iglesia nos mostró el Espíritu de Cristo tan hermoso en todo lo que hicieron, para nosotros y para la comunidad".
Bonnie Boyd resumió este mismo pensamiento: “La iglesia en GMA son nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Nos cuidaron en todos los sentidos, siempre dando, muy respetuosos y divertidos. Los echamos mucho de menos y ocupan un lugar especial en nuestros corazones”.
Desde que regresamos a casa, recordamos cuánto han cambiado las cosas en las pocas semanas desde que regresamos. Los aeropuertos donde viajamos ya no son accesibles. La capacidad de viajar fuera de nuestros hogares es muy limitada, y mucho menos al otro lado del mundo, debido a la pandemia de COVID-19 que ahora está afectando a todo nuestro mundo. Y una vez más, nos damos cuenta de que había una ventana de tiempo que nos presentaba una oportunidad que estaba destinada exactamente para ese momento. Cuando Dios llama, podemos confiar en su dirección.
No estamos seguros del impacto a largo plazo en el Reino que tuvo nuestra visita a ese lugar. Pero sí sabemos que hay un grupo de personas que hicieron un impacto duradero en nuestras vidas. Ahora hay personas que estamos elevando en oración durante esta crisis global, por nombre y rostro, porque están en nuestros corazones. Fue en un momento como este que Dios nos llamó a "ir", y estamos muy contentos de haberlo hecho.
Nunca lo olviden: tiene una oportunidad donde se encuentra, en este mismo momento. ¿Qué lo está llamando Dios a hacer en este momento?