Cuatro hombres entraron en el programa de recuperación de Reconciliation Ministries con el objetivo de estar limpios y sobrios. Dios les habló mientras trabajaban para lograr la sobriedad y un cambio de vida permanente; y, después de graduarse, obtuvieron licencias de ministros locales.

"Nadie podría imaginarse a un Levi sobrio", afirma Levi Millington, coordinador de admisiones y director de programas de Reconciliation Ministries.
Con sede en Columbia (Carolina del Sur), Reconciliation Ministries (RM) es un programa residencial de recuperación y discipulado, cuyo objetivo es ayudar a las personas que sufren adicción a "experimentar la libertad, la esperanza, la curación y la reconciliación con Dios, consigo mismas y con los demás, que les cambie sus vidas". Es un Centro del Ministerio de Compasión en el Distrito Carolina del Sur.

El propio Millington se graduó en el programa. Antes de RM, había sido adicto a las drogas duras y al alcohol durante mucho tiempo. La primera vez que entró en el programa, se marchó voluntariamente. Millington no tenía adónde ir cuando dejó el RM; así que acabó en las calles de Columbia, bebiendo y drogándose. Con el tiempo, se encontró en un comedor de beneficencia en el sótano de otra iglesia.

"Miraba a mi alrededor y [pensaba para mis adentros]: 'Es imposible que esto sea vida'. Tiene que haber algo más", afirma Millington. "Cuando llegué [a RM] y empecé a experimentar paz, amor, responsabilidad y alegría, no sabía qué hacer con ello; porque había vivido en crisis durante tanto tiempo que, cuando tenía algo de paz, empezaba a fabricar una crisis".

Tras regresar a RM, Dios comenzó a transformarlo.

Millington sintió en un principio el llamado a ser pastor cuando era adolescente, pero sus decisiones le fueron alejando cada vez más de ese llamado. Mientras seguía viviendo su identidad en Cristo, empezó a aceptar plenamente el llamado a su vida.
Millington ha recibido su licencia de ministro local y está en el proceso de completar el programa de estudio. Es uno de los otros cuatro que recibieron su licencia local este verano; entre ellos, Jonathan Smalls, asistente del programa masculino y soporte informático de RM.

En 2016, Smalls estaba al límite de sus fuerzas. Había estado en prisión por un atraco a mano armada que cometió para conseguir dinero con el que iba a comprar drogas; y sus problemas con las mismas continuaron una vez que salió. Vivía en una habitación de hotel tras romper con su pareja cuando le dijo a un amigo por Internet que estaba pensando en acabar con su vida.
"Le dije lo que iba a hacer, y me rogó y suplicó que no lo hiciera", dijo Smalls.

Su amigo le dijo que orara. Y aunque al principio Smalls pensó que orar no serviría de nada; la persistencia de su amigo dio resultado.
"En esa habitación de hotel, tenía alcohol; tenía todo tipo de cosas", dijo Smalls. " Tomé todas esas cosas y fui al baño, abrí el inodoro y tiré todo por el inodoro. Estaba en una habitación de hotel gritándole a Dios: "Si quieres que haga algo con mi vida; tienes que enseñármelo. Tienes que decírmelo".

Al día siguiente, Smalls estaba en el estacionamiento del hotel cuando se sintió impulsado a contarle a un hombre cercano las cosas con las que estaba luchando. El hombre llamó a Reconciliation Ministries y le pasó el teléfono a Smalls. Al día siguiente, fue a una entrevista para entrar en el programa.

"Desde ese día, la reconciliación se apoderó de mí y cambió mi vida", dijo Smalls.

Smalls no era cristiano antes de entrar en Reconciliation Ministries; pero gracias a la obra transformadora de Dios en su vida, se siente llamado a ayudar a otros a hacer ese cambio.

"Es saber que Dios me ayudó a cambiar mi vida, y poder ver que eso sucede en la vida de otras personas", dijo Smalls.