Una pareja pastoral en Carolina del Norte ha estado usando sus triunfos sobre sus adicciones pasadas para ayudar a otros a lograr la misma libertad que ahora experimentan.

Kyle DeLong fue un adicto durante la mayor parte de su vida, entrando y saliendo de prisión y rehabilitación hasta que finalmente entregó su vida al Señor en 2006. Después de obtener su licencia ministerial de distrito en 2014, se convirtió en pastor de jóvenes en la Iglesia del Nazareno Concord en Carolina del Norte. Conoció a algunas otras personas mientras ayudaba con el programa Celebrate Recovery, y juntos comenzaron el Centro de recuperación Capstone para mujeres. Además de formar parte de la junta, Kyle se convirtió en instructor sobre límites y prevención de recaídas con un plan de estudios que él mismo creó. “Cualquiera puede ir a recuperación”, dijo Kyle. “Pero salir y continuar la recuperación, esa es la parte difícil”.

Kyle conoció a su esposa, Wendy, a través del Centro de Recuperación Capstone. Después de graduarse del programa, Wendy comenzó a trabajar para convertirse en consejera y se ofreció como voluntaria especialista en apoyo de pares en Capstone. Kyle y Wendy se hicieron amigos y eventualmente comenzaron a salir antes de casarse en 2018. Wendy actualmente trabaja en un centro de recuperación local y terminará su licenciatura en psicología de Universidad Nazarena de Trevecca este verano.

Juntos han formado un equipo apasionado por la recuperación y por hacer que el cambio perdure en la vida de una persona. Tras la muerte del padre de Kyle en agosto de 2021, convirtieron su casa en una "Hope House" (casa de esperanza), que es una casa de transición para mujeres que salen de la recuperación.

Ahora, Kyle pastorea tanto la Iglesia del Nazareno Hickory como la Iglesia del Nazareno Cherryville. Planea mudarse a la casa pastoral en Cherryville y convertir su casa actual en una casa para personas que salen de prisión. El reingreso a la sociedad es algo que Kyle ve como un área vital del ministerio debido a sus propias experiencias y enseña clases de reincorporación en tres prisiones diferentes en el área.

“Saben que he estado en prisión varias veces”, dijo Kyle. “Creo que la última vez que conté cuántas veces estuve encarcelado fueron 16. Entonces, ven de dónde vengo y quieren llegar a donde estoy. Me dicen: ’Quiero ver al Señor hacer conmigo lo que ha hecho contigo’”.

Kyle también es un patrocinador principal en una de las prisiones, y también ayudó a otro miembro de la iglesia a califica. Debido a su designación, se le permite sacar durante un máximo de seis horas hasta tres reclusos que se comportan bien. Los llevan a la iglesia de Hickory y les dan almuerzo. Kyle dijo que a la iglesia le encanta la visita de los presos. “Están tan entusiasmados con Dios”, dijo Kyle.

Kyle y Wendy se preocupan profundamente por la recuperación y el ministerio de reingreso de prisioneros. Por eso animan a la iglesia local a involucrarse.

“Las iglesias arman conjuntos de ropa y despensas de alimentos, y eso es bueno”, dijo Kyle. “Pero hay un paso más grande en la Iglesia del Nazareno. Estamos edificados sobre misiones y ministerios de compasión. Ayudar a utilizar los ministerios ya existentes en la iglesia local para dotar de recursos a ministerios como los ministerios de recuperación es solo otro paso que las iglesias pueden dar”.