La Iglesia del Nazareno en Camboya ha continuado su ayuda a la comunidad y sus números siguen aumentando pesar de la pandemia de COVID-19 y otros desafíos.

En mayo, una severa sequía hizo que muchas familias de las iglesias perdieran sus cosechas de arroz. Cuando finalmente llegaron las lluvias el mes pasado, llegaron con tanta fuerza que muchas familias perdieron su segunda cosecha de arroz debido a inundaciones masivas. Ministerios Nazarenos de Compasión pudo intervenir y brindar asistencia a muchas de esas familias.

“Estamos muy agradecidos por el apoyo de aquellos que dan sacrificialmente a Ministerios Nazarenos de Compasión (MNC)”, dijo Kevin Campbell-White, superintendente del Distrito Camboya. “Tanto en mayo como en octubre, MNC brindó la asistencia que tanto necesitaba con alimentos, semillas e incluso dos pozos de agua, lo que ha bendecido a más de 700 familias”.

En medio de muchas tribulaciones, desilusiones y dificultades, los pastores nazarenos se mantienen firmes. En la última reunión de la Junta Consultora de Distrito, Campbell-White hizo la pregunta: "¿Qué obstáculos nos impiden cumplir nuestra misión de hacer discípulos y servir a nuestras comunidades, y qué podemos hacer para superar estos obstáculos?" 

La respuesta de los pastores hizo que se le llenaran los ojos de lágrimas. Comenzaron a enumerar las dificultades que han enfrentado, pero rápidamente dijeron: “Hay muchas cosas que nos impiden reunirnos y compartir el evangelio y ayudar a los demás. Pero nada de eso importa porque, con Dios, todo es posible, así que seguimos reuniéndonos, compartiendo el evangelio y ayudando de todos modos”.

En los últimos seis meses, la iglesia en Camboya ha comenzado nuevas obras en 11 aldeas no alcanzadas. Continuarán discipulando a los aldeanos hasta que haya una iglesia establecida en cada aldea y luego los enviarán a alcanzar más aldeas no alcanzadas.

Para celebrar el crecimiento, varios pastores camboyanos viajaron durante tres días a diferentes áreas, bautizando, enseñando y adorando con los aldeanos.

Debido a las grandes inundaciones en una aldea, los residentes tuvieron que atravesar agua fangosa hasta las rodillas para llegar a un lugar donde pudieran bautizar a 20 personas. Todos los creyentes se llenaron de gozo al compartir una comida después. Debido a la generosidad de los donantes, a cada nuevo creyente se le dio su propia Biblia, un regalo por el que estuvieron muy agradecidos.

“Estamos muy agradecidos por nuestro equipo local de misioneros que continúan viviendo la verdad de esta Escritura mientras sirven junto a nuestros pastores y el pueblo de Dios en Camboya en medio de estos tiempos difíciles”, dijo Campbell-White. "Juntos, fijamos nuestros ojos en el futuro glorioso que Dios ha preparado para todos nosotros".

--Iglesia del Nazareno Región Asia-Pacífico