Nazarenos en Brasil cargan la antorcha en los Juegos Olímpicos 2016
Dos miembros de la Iglesia del Nazareno en Brasil fueron escogidos para cargar la antorcha durante los Juegos Olímpicos 2016.
La antorcha es un símbolo de unidad entre las naciones y fue cargado desde Olympia, Grecia, hasta Rio de Janeiro, Brasil, durante un periodo de tres meses previo al comienzo de los juegos el 5 de agosto.
Silvia Lana, la asistente administrativa y asistente de finanzas del Distrito Paulista Suroeste de la Iglesia del Nazareno, entró a una competencia de historias a través de Nissan, un auspiciador olímpico. En su historia, ella compartió acerca de su éxito en las artes marciales, la cual comenzó a practicar a la edad de 52. Ella se graduó de cinco niveles en tan solo tres años.
Más de 80,000 historias fueron recibidas y la de Lana estuvo entre las 1,700 seleccionadas.
Sandra Giannoni Ferreira también fue elegida cargar la antorcha olímpica. Sandra, su esposo Luiz, y su familia son miembros de la Iglesia del Nazareno en Atibaia. Sandra le da a su madre, Maura, el crédito por animarla durante sus años de adolescencia a involucrarse en los deportes. El año pasado, con 80 años de edad, Maura ganó medallas de oro y plata en una competencia regional de natación en Sao Paulo.
Sandra y Luiz tuvieron un encuentro con Jesús antes de casarse y sus vidas fueron transformadas. Hoy día ellos son líderes en la iglesia y están involucrados en un ministerio a través del cual Dios les ha mostrado que son una herramienta efectiva de evangelismo.
Las Olimpiadas concluyeron el 21 de agosto.
Jordan Mageo, quien era estudiante de Point Loma Nazarene University, compitió en la carrera de 100 metros de mujeres. Ella no pudo avanzar de las preliminares, terminando con un tiempo de 13.72, pero disfrutó su experiencia.
“Que honor poder representar a Samoa Americana en Rio,” escribió Mageo en su página de Facebook. “Me siento increíblemente bendecida por el apoyo de todos y no puedo darle las gracias suficiente. Un saludo a Jesús por ser tan bueno conmigo aun cuando no merezco Su bondad.”