Lluvias torrenciales causan estragos en Mesoamérica
Cientos de hogares y comunidades fueron afectadas debido a las fuertes e incesantes lluvias en El Salvador, Honduras y Nicaragua. La Iglesia del Nazareno está respondiendo al ofrecerle alimentos, agua, ropa y otros artículos de primera necesidad a los necesitados.
En Nicaragua, cientos de personas fueron evacuadas. La Iglesia en Nuevo Horizonte, en Tipitapa, distrito norte del país, abrió las puertas de su templo donde recibieron a 78 familias (unas 258 personas). Durante 7 días la iglesia ha servido compartiendo alimentos, medicina y un lugar seco para dormir. Además están visitando otras comunidades, compartiendo alimentos y orando por los afectados.
En Honduras, un grupo de médicos de Washington, EUA y un médico hondureño, se encontraban realizando jornadas médicas en la comunidad de Balcanes cuando iniciaron las fuertes lluvias. Al ver la necesidad, decidieron visitar los albergues. Uno de ellos visitó la Escuela José C. del Valle, donde se encuentran albergadas unas 300 personas, entre ellos 60 niños que asisten a la Iglesia del Nazareno y son parte del un programa de Ministerios Nazarenos de Compasión.
En la comunidad de Balcanes el grupo atendió a 236 personas a quienes también compartieron el mensaje de salvación, 86 de ellos entregaron su vida al Señor. Además, ministraron y atendieron a algunas personas en los albergues. Miembros de la iglesia han proporcionando alimentos en unos de los 15 albergues del gobierno donde se encuentran unas 7,000 personas.
En El Salvador, miembros de la iglesia del distrito de oriente, visitaron 4 comunidades sumamente afectadas por las inundaciones. Allí compartieron alimentos y artículos de primera necesidad y están trabajando para llevar más ayuda. La iglesia se ha organizado y junto con los jóvenes del distrito central están recaudando víveres, ropa y alimentos para compartir con los afectados. Al mismo tiempo están preparándose para ir y ministrar a los niños y compartir el mensaje de salvación con las personas.
“Gloria a Dios que la iglesia se está uniendo para llevar ayuda física y espiritual a los afectados.” Dijo Dámaris Kellog de Ministerios Nazarenos de Compasión del Área Norcentral de Mesoamérica.