Distrito en Ecuador fomenta la autosostenibilidad a través de una fábrica de zapatos
El Distrito Sierra Centro en Ecuador se encuentra en las etapas iniciales de establecer una fábrica de zapatos diseñada para ayudar al distrito y las comunidades locales. La fábrica será administrada por el distrito, y los ingresos estarán disponibles para ayudar a los pastores y expandir los ministerios de la iglesia en todo el distrito.
"Durante muchos años, la iglesia [en Ecuador] ha dependido de lo que Estados Unidos puede proporcionar, y no han enfatizado el desarrollo sostenible a nivel local", dijo Mario Paredes, superintendente del Distrito Sierra Centro. "Entonces, con eso en mente, nos reunimos con muchos pastores e hicimos una lista de las diferentes necesidades que tenemos y cómo la iglesia puede adquirir los recursos que necesitamos".
Paredes y otros miembros del equipo de liderazgo del distrito creen que un proyecto como este ayudará a mostrarles a las personas en sus comunidades que pueden unirse y ayudar a lograr un crecimiento positivo en sus comunidades. "El objetivo es crear oportunidades para participar en el desarrollo económico y no ser tan dependientes", dijo el Rdo. Paredes. "Nuestra misión es hacer discípulos, pero al mismo tiempo la iglesia debe enseñarles a los discípulos que no necesitan depender de la ayuda externa".
La fábrica de zapatos capitalizará los recursos ya existentes. "Esta ubicación específica es un lugar donde hay mucho cuero", dijo Paredes. "Entonces, distribuimos una encuesta en la comunidad y nos dimos cuenta de que este es un proyecto muy necesario". El trabajo en cuero no requiere maquinaria costosa, y el material no requiere un tratamiento significativo para hacer zapatos. Esos factores hicieron que el proyecto fuera atractivo para el distrito, así como el hecho de que el distrito tiene algunos contratos y programas que requieren que el distrito provea de zapatos. "En nuestro distrito, cuidamos a unos 6500 niños en las diferentes iglesias", dijo Paredes. “Todos los años, tratamos de proporcionarles un par de zapatos a cada niño. Nosotros compraríamos los zapatos en directamente en la fábrica que los produce. Esto significa que nos aseguramos de la venta de al menos 6500 pares de zapatos por año".
La fábrica también ayudará a impulsar el desarrollo económico en el área, que es en gran parte rural y en varios lugares las oportunidades ocupacionales son escasas. Algunos padres se ven obligados a dejar a sus hijos y viajar largas distancias para encontrar empleo. "Podremos proporcionarles empleo a personas de las iglesias locales, y eso a su vez ayudará a que contribuyan en sus iglesias y ministerios locales en los que participan", dijo Paredes. El distrito quiere usar esta fábrica para inspirar a las personas, así como a la comunidad en general. "[Queremos] inspirarlos para que cuando nos unamos, y cuando reunamos nuestros recursos, puedan mejorar sus vidas y mejorar ellos mismos", dijo Paredes. "Así que eso es parte del trabajo que estamos haciendo como iglesia, para enseñarles que es posible unirnos, unir nuestros recursos y tener una mejor vida".