Tres mujeres que buscaban profundizar en su fe y en la teología nazarena han encontrado vida a través de los cursos de ministerio laico de The Discipleship Place (El Lugar del Discipulado) de la Iglesia del Nazareno.

Joanne Johnson y Diane Brown buscaban maneras de profundizar en la Palabra de Dios, y al mismo tiempo, estar mejor preparadas para los ministerios que dirigen en Rogers First Church of the Nazarene en Arkansas. Johnson dirige varios ministerios de alcance comunitario en Rogers First, incluido un ministerio de karate y un ministerio de juegos de mesa; y Brown es presidente de Misiones Nazarenas Internacionales (MNI) de la iglesia.

Johnson comenzó a hablar con la pastora de conexiones de Rogers First, Anndee Stringer, sobre formas de ayudarla a profundizar su comprensión del evangelio dentro del contexto de la tradición nazarena y la teología wesleyana de santidad. Juntas, comenzaron los cursos de ministerio laico a través de The Discipleship Place (El lugar del Discipulado).

Después del primer curso, Comunicar el evangelio en un mundo pluralista, Brown escuchó la conversación de Stringer y Johnson sobre el curso. Brown hizo más preguntas antes de incorporarse finalmente a los cursos. Desde entonces, las tres no han vuelto la vista atrás.

Stringer cree que los cursos de The Discipleship Place dan en el clavo para el grupo.

"Es muy valioso que tus líderes laicos hablen del mundo en que vivimos de forma teológica", dijo Stringer. "Hablamos del mundo de forma devocional todo el tiempo personalmente [o] uno a uno. Pero cuando hacemos estos cursos, adquieren una perspectiva más amplia".

"Esto no es cualquier estudio bíblico; no es un momento de devoción", continuó Stringer. "En realidad, es educación teológica para los congregantes, accesible y cercana".

Los cursos de ministerio laico de The Discipleship Place ofrecen una visión general de la formación bíblica y espiritual, así como de la teología wesleyana y de la historia y política nazarenas. También ofrecen algunas asignaturas optativas que profundizan en los detalles de esos estudios.

"Es un recurso maravilloso", afirma Johnson. "Desearía que más gente supiera de estas clases... y que están disponibles para aquellos que quieren profundizar en su fe, la historia y la teología de la iglesia, y quiénes somos como nazarenos".

Varios seminarios, incluida una sesión reciente sobre traumas, han ayudado a Brown a comprender mejor por lo que están pasando las generaciones más jóvenes. Dice que aprecia cómo le han ayudado a entender cómo el evangelio puede seguir siendo relevante en la cultura actual.

"Me pregunto cuántas personas de nuestra congregación se beneficiarían de estos recursos", dijo Brown.

En cierto modo, el efecto de goteo también repercute en la congregación, ayudando a los líderes de los ministerios a dar forma a las conversaciones y a subrayar la finalidad de lo que hacen sus respectivos ministerios.

"Esto nos ayuda a no perder de vista nuestra misión y lo que queremos conseguir, y a no caer en la rutina de hacer las cosas que hacemos", dijo Stringer. "Las conversaciones que tienen lugar en nuestras clases de discipulado de los miércoles por la noche están siendo moldeadas por las cosas que se ponen sobre la mesa en esas discusiones más amplias".

A medida que las tres mantienen conversaciones en sus ministerios, cuentan ahora con un mayor acervo de conocimientos y una base en la que apoyarse cuando abordan temas difíciles dentro de sus ministerios.

"A medida que otros se acercan a ellas, están más preparadas para responder desde una perspectiva más profunda, que una simple reacción", afirma Stringer. "Tienen un contexto que enriquece la conversación".