Julia Valencia de Córdova, el último miembro del grupo pionero de la iglesia de Guadalajara, México, falleció el 5 de marzo a la edad de 89 años.

Julia y su familia se mudaron de Jocotepec a Guadalajara cuando ella solo tenía un año de edad. En ese momento no había presencia nazarena en Guadalajara, por lo que se reunieron con otras familias de la zona y un pastor llamado Victor Godinez para iniciar una Iglesia del Nazareno en 1933.

"Lo que más les atrajo fue la doctrina de la iglesia", dijo Samuel Córdova, hijo de Julia. “La iglesia comenzó en un hogar. Más tarde, muchas más personas se unieron a ellos y adquirieron un terreno para construir una iglesia". 

Durante su juventud, sirvió en muchas áreas de la iglesia, incluido el coro de la iglesia donde conoció a su esposo, Francisco Córdova. Julia y Francisco eran líderes laicos, y servían dondequiera que se necesitaban, desde dar la bienvenida a pastores laicos mientras la iglesia buscaba un pastor principal. 

"Mi madre tenía tanta pasión por servir en el coro que casi nací en la iglesia", dijo Samuel. "Durante la práctica del coro estaba en labor de parto, el director del coro le dijo que podía irse a ver a la partera, y nací unas horas después". 

Muchas personas en la comunidad fueron influenciadas por las vidas y el testimonio de Julia y Francisco. La gente de la comunidad a menudo pedía a los esposos Córdoba que oraran por ellos cada vez que atravesaban momentos difíciles.

"Recuerdo que los vecinos les pidieron a mis padres y a su grupo de oración que oraran por su hija que tenía polio", dijo Samuel. "Para sorpresa de muchos, la niña salió de la habitación saltando y caminando porque Dios la sanó ese día". 

En casa, Julia era una devota esposa y madre. Ella siempre le recordaba a sus hijos que aman a Dios por encima de todo lo demás. Incluso enseñó a sus hijos a leer y escribir usando la Biblia.

"Cuando llegué a la edad escolar ya sabía leer, escribir, sumar y restar", dijo Samuel. "Mi madre me enseñó todo eso usando la Biblia como un libro de texto". 

A Julia le sobrevien 7 hijos, 26 nietos y 37 bisnietos.

Le precedieron en la muerte su esposo y tres de sus hijos, Daniel, Judith y Eunice.