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El Distrito Ucrania se reunió recientemente en Lviv, Ucrania, para su primera asamblea distrital presencial desde 2020. Con la presencia de la superintendente general Carla Sunberg, el evento fue un momento de adoración, aliento e hitos importantes en el ministerio.

En Ucrania, ha crecido un nuevo sentido de urgencia y capacidad de respuesta al llamado de Dios a esta generación de guerra para que lidere las iglesias y ame al pueblo que permanece.

El ministerio de la Casa de la Misericordia, ubicados en un pequeño pueblo en las afueras de Odesa, Ucrania, se han convertido en un faro de luz para más de 40 personas desplazadas internamente debido a la guerra o que necesitan servicios de rehabilitación.

Pastores y líderes de toda Ucrania se reunieron en Lviv para una semana de oración, enseñanza y aliento; algunos de los cuales regresaban a Ucrania por primera vez en dos años. A continuación, un testimonio de primera mano del impacto de esa semana.

Una familia británica se ofreció voluntariamente a acoger en su casa a una refugiada ucraniana al estallar la guerra en 2021. Rápidamente, todos encontraron una familia entre sí.

El edificio de la Iglesia del Nazareno de Odesa fue severamente dañado durante un aluvión de ataques con misiles en Odesa, Ucrania, durante la madrugada del 23 de julio. La explosión voló todas las ventanas y dejó las puertas inutilizables, causando que la iglesia cerrara durante más de una semana.

Hombres y mujeres de todos los orígenes se reunieron para aprender más sobre los efectos del trauma este mes de enero. Un grupo de ucranianos se reunió para un evento en colaboración con el Área Norte de Eurasia, el Área Europa Central, Ministerios Nazarenos de Compasión (MNC) y Global Care Force.

En la Vapniarka Church of the Nazarene, un equipo de voluntarios comenzó a descargar las cajas de abrigos cuando dos misiles volaron directamente sobre sus cabezas. El líder de la iglesia, Tolik Galagan, se congeló momentáneamente, sus ojos crecieron en sorpresa. “Tenía miedo”, recuerda.

Era el verano de 2022, y Zee estaba viviendo con la tensión diaria de una vida en dos lugares: la vida de un refugiado. Zee tomó una decisión increíblemente difícil: ella y sus hijos abandonarían Ucrania. Su marido, que servía en el ejército, se quedaría.

El 24 de febrero, Rusia comenzó su invasión a Ucrania y Anastasiia comenzó a buscar la manera de sacar a su madre del país. Esta es la historia de fe de Raisa en que Dios la pondría a salvo.