West dice que su servicio y una experiencia similar le dan "credibilidad callejera" con muchos de los jóvenes reclutas.

"Hablas su idioma", dijo West. “Me desplegaron con un niño que estaba naciendo. He estado en esas áreas. Eres uno de ellos inmediatamente en lugar de esperar y ganarte esa confianza”.

West dirige los servicios protestantes el domingo por la mañana en la base. Entre 1.000 y 5.000 reclutas asisten durante las principales fechas de entrenamiento básico.

“Tengo la oportunidad de representar a la Iglesia del Nazareno y nuestros principios teológicos en esos servicios”, dijo West.

West es uno de los aproximadamente 100 capellanes militares nazarenos, según el Coronel Jeffery Hawkins, patrocinador de capellanes militares nazarenos. Todos los capellanes militares deben ser presbíteros ordenados en la Iglesia del Nazareno y haber obtenido un título de Maestría en Divinidad. Además de eso, deben ser elegibles para el servicio militar activo. Hawkins dice que los capellanes militares son “enviados desde la iglesia, por la iglesia, más allá de la iglesia”. 

De manera similar a un papel pastoral, West se preocupa por cualquiera que acuda a él en busca de orientación, independientemente del rango, el papel o el trasfondo religioso. Ese cuidado a menudo incluye acompañarlos durante la nostalgia mientras reciben un entrenamiento básico de 13 semanas o enfrentar otros problemas de su pasado. 

Hawkins dijo que, a medida que los reclutas enfrentan algunas de las circunstancias más desafiantes de su vida, buscan algo en lo que creer y que los ayude a superar sus desafíos.

“Qué hermoso lugar para que el evangelio de Jesucristo sea proclamado por alguien como Tim West, que dice: “Oye, es genial que seas un infante de marina. Pero la decisión más profunda e importante que tomarás en tu vida no es solo ser un infante de marina de los Estados Unidos, sino aún más importante, seguir a Jesucristo y descubrir que es real en tu vida”, explicó Hawkins.

El bautismo se ha convertido en una forma para muchos reclutas de expresar y compartir su nueva fe. West dice que muchos llegan sin practicar ninguna religión o no lo hacen de manera fiel y constante. 

“Pero a medida que entran en este entorno, [los reclutas] encuentran cosas que ni siquiera sabían que les faltaban”, dijo West. 

Quienes se inscriben para ser bautizados asisten a una clase para aprender más sobre el bautismo y lo que implica, y luego van a la piscina para realizar los bautismos.

Durante un servicio en octubre, West bautizó a 133 reclutas de la Marina. El mes siguiente, bautizó a más de 80 y tiene otro grupo grande inscrito para ser bautizado en las próximas semanas.

"Es bastante notable lo que Dios está haciendo aquí", dijo West.